“Va a pasar lo que ustedes quieran que pase”
Na última celebração do 25 de maio (segunda-feira passada, nas comemorações dos 205 anos da independência) como presidente da Argentina, Cristina Kirchner fala para 800 mil pessoas sobre os 12 anos de governo desde que Néstor Kirchner chegou ao poder e começou a mudar o país. Dá para refletir sobre várias coisas e analogias com nosotros, aqui no Brasil.
Foto: Reprodução
Por Werner Pertot, do Página12
"La bella señora está desencarnada”, sonaba de fondo Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota cuando la presidenta Cristina Fernández de Kirchner irrumpió en el escenario. Lo recorrió de un lado a otro como una rockstar, ante las ovaciones de la multitudinaria tribuna pintada de celeste y blanco. En su discurso, relevó los hitos de su gobierno y del de Néstor Kirchner, que había asumido 12 años atrás. “Decían que íbamos a arreglar (con los fondos buitre). No tengan miedo. Pueden difamar a mi hija, maltratar a mi hijo, pero mientras sea Presidenta voy a seguir defendiendo los intereses del país. No tengo ninguna cuenta en el exterior que me puedan descubrir”, aseguró. Varios tramos estuvieron dirigidos al futuro posterior a su gobierno: “Este es un proyecto colectivo. No puede depender de una sola persona. ¡Depende de ustedes!”, remarcó. “Este proyecto debe continuar –insistió–. No es continuidad o cambio. Los que quieren cambio, que nos expliquen a todos qué cambio quieren.”
La Casa Rosada estaba iluminada y con el mapping en
ventanas, puertas y banners. Justo antes de la entrada de la Presidenta,
mostraba un diseño de rayos eléctricos que caían del cielo. Durante el discurso
de la mandataria, en cambio, emulaban una bandera argentina ondeando. CFK
ingresó, de hecho, con el tema “Juguetes perdidos” de los Redondos.
Con un traje gris brillante, la Presidenta entonó al himno,
tocado por la orquesta El Arranque y cantado por Guillermo Fernández, que
culminó con una primera salva de fuegos artificiales que iluminaron el cielo
sobre la Casa Rosada. Su discurso –el último que dará como Presidenta un 25 de
Mayo– estuvo cargado de recuerdos de los 12 años de gobierno.
Doce años ganados
Comenzó con una evocación de Néstor Kirchner: recordó que
había asumido hacía 12 años “en una hermosa mañana de sol. Pronunció un
discurso que algunos creyeron que era sólo eso: un discurso. Desde algún
editorial se pronosticó que ese gobierno iba a durar apenas un año. Fallaron,
como siempre”, dijo, y despertó la primera ovación de la multitud, que llevaba
cartulinas con imágenes de pingüinos sosteniendo banderas de distintos colores
o urnas que decían: “Voto joven”.
“Su concepto más recordado fue cuando dijo que no pensaba
dejar sus convicciones en la puerta de la Casa Rosada para gobernar el país
–indicó la Presidenta–. Pero después dijo que los dirigentes políticos íbamos a
ser juzgados por los resultados. Veníamos de la dolorosa experiencia de discursos
maravilloso y de gobiernos desastrosos.” “Nosotros somos el Gobierno de la
transformación”, definió. Rememoró la Cumbre de las Américas en Mar del Plata y
la renegociación de la deuda externa, en la que “obtuvo la reestructuración más
importante de toda la historia del mundo”. “Quedaron aleteando algunos buitres,
poderosos, que manejan medios de comunicación y ONG de ésas que uno nunca sabe
de dónde sacan los fondos”, acusó. La mandataria afirmó que mantendrá la
posición argentina hacia los acreedores.
“No tengo ninguna cuenta en el exterior que puedan
descubrir. Al contrario, les descubrieron miles de cuentas a otros. ¿Vieron
algún programa de investigación sobre esas cuentas?”, preguntó. Fue uno de
varios pasajes destinados a los medios de comunicación. Otro llegó cuando se
refirió a la inauguración del Sitio de la Memoria en la ex ESMA. “Me impresionó
una frase que se repetía donde nacieron bebés en cautiverio: ‘¿Cómo puede ser
que acá hayan nacido bebés?’”, recordó y propuso que se ponga otro cartel en la
entrada de todos los sitios de memoria, que diga: “¿Cómo puede ser que los
medios de comunicación ignoraron lo que pasaba?”
–Tomala vos / dámela a mí / el que no salta / es de Clarín
–coreaba la multitud. El cantito se repitió cuando aludió a la ley de medios.
“¿Cómo explicás que justificaste la tortura o que tiren gente al mar?”, reiteró
sobre la prensa en la dictadura.
“Esto no es abrir ninguna grieta. Los argentinos estamos
reconciliados”, sostuvo y puso como ejemplo el traslado del sable corvo de San Martín.
“Esa es la verdadera reconciliación del pueblo con el ejército sanmartiniano.
Díganme si recuerdan desde que volvió la democracia a tanta gente en la calle
vivando a los Granaderos”, afirmó.
Tras una discusión con la “historiografía liberal que decía
que Rosas era un tirano”, volvió sobre la represión en la dictadura (o previa
al golpe), amagó con no decir algo y finalmente dijo: “Teníamos que hacernos
cargo porque entre las víctimas había peronistas, pero entre los victimarios
había otros que se decían o eran de nuestro movimiento”. CFK concluyó con la
idea de que “los derechos humanos se han convertido definitivamente a nuestra
democracia”.
Postales del futuro
Así como recordó los hitos del gobierno de Kirchner, CFK
hizo un repaso por su gestión: mencionó la AUH, Aerolíneas Argentinas, YPF, las
jubilaciones, las escuelas. Y al recordar el cierre de las paritarias de un
grupo de gremios –entre ellos, la UOM de Antonio Caló–, indicó: “Espero que a
partir del 10 de diciembre los mismos dirigentes sindicales pongan toda la
fuerza para conseguir todos los aumentos que consiguieron en estos años. Si no
lo hacen, yo les voy a decir a los trabajadores que cambien de dirigentes
sindicales, para que sigan teniendo los mismos derechos”. Las menciones a los
que la rodeaban llegaron en dosis homeopáticas: una fue para su ex jefe de
Gabinete Jorge Capitanich por el resultado electoral en las PASO de Chaco. La
otra, para Juan Cabandié cuando mencionó a los nietos recuperados nacidos en la
ESMA.
También hubo advertencias para los opositores, sobre quienes
dijo que “deben criticar. Está bien que critiquen. Deben proponer también, pero
bueno...”. Luego los cuestionó porque “parece que les molesta que el Centro
Cultural lleva el nombre de un ex presidente. ¿Por qué no construyen uno más
grande y le ponen el nombre que quieran? ¿O creen que me gustan los nombres de
algunas calles, avenidas, plazas? Si es por cambiar nombres, cambiémosles el
nombre a todos”.
Señaló que desde la oposición “quieren hacerle creer a la
gente que es bueno que cada cuatro años cambie todo. ¿Saben por qué? Porque
cuando cada cuatro años cambia todo, todo sigue igual”. “Por eso, este proyecto
debe continuar –remarcó CFK sin mencionar a ninguno de los candidatos a
sucederla–. No es continuidad o cambio. Que nos expliquen qué cambio quieren.”
“Ahora dicen que la AUH está muy bien y que no van a reprivatizar Aerolíneas ni
YPF, pero cada vez que votamos fue en absoluta soledad”, afirmó. “Olvídense de
que yo soy medio antipaticona y alguno puede decir: ‘Mirá qué soberbia’. Son
defectos que tengo. Pero piensen: ¿están un poquito mejor que en 2003?”, le
preguntó a la multitud.
–Síiiiiii –le respondieron, entre varios cantitos que pedían
la reelección por un tercer mandato.
“Morocha, no te vayas”, decía uno de los carteles que
colgaban del palco junto al escenario. “Muchos me miran con miedo y me dicen:
‘¿Qué va a pasar?’. Va a pasar lo que ustedes quieran que pase. Ustedes son los
dueños de su destino. Lo más importante es que hemos construido otra vez la patria”,
afirmó CFK. Sobre la economía, la Presidenta afirmó: “Hemos demostrado que no
era un veranito. Vamos por doce veranos y queremos el verano número trece”. Y
aprovechó para comparar con la situación de Europa. No faltaron las alusiones
al juez de la Corte Suprema Carlos Fayt cuando mencionó a una candidata de
Podemos en Madrid, que “es una ex jueza de 71 años (sí, en España parece que se
jubilan antes)”.
Por último, la Presidenta recordó los saqueos y las
insubordinaciones policiales de diciembre de 2013 y llamó a “estar atentos,
porque tal vez intenten hacer cosas para enojar a la gente. En estos días,
vimos episodios de sospechosa e inusitada violencia”, en una posible alusión al
linchamiento de Monte Hermoso. En una de sus últimas alusiones al 2016, la
mandataria afirmó: “Van a venir muchos 25 de mayo más donde el pueblo se
volcará a la Plaza”.